domingo, 27 de mayo de 2012

Que nunca es demasiado tarde para sonreír.

Ahora me levanto, miro al frente y empiezo a pensar. ¿Cómo es posible que haya aguantado tanto tiempo y cómo he podido tardar tanto en darme cuenta de todo esto?
No es fácil ser feliz, es muy complicado, pero jamás sería imposible. Todos y cada uno de nosotros tenemos derecho a serlo y tenemos derecho a que nos respeten en cada uno de nuestros pequeños errores, pero yo jamás fui testigo de ello.
Llevo toda mi vida pensando que realmente tal y como vivía era lo normal; el sufrimiento era rutina, el dolor formaba el camino de la vida y las lágrimas formaban un mar, en el que me bañaba diariamente.
Ahora estoy aquí, para avisar a todos los que piensen que sufrir es rutina, ya que nunca es demasiado tarde; todos los que piensen que cuando el dolor llama  tu puerta, ya no hay salida de emergencia. Por favor, que nadie cometa el mismo error que cometí yo. Hay que pararse a pensar y darse cuenta de que, si quieres ser feliz, hay que intentarlo, sonreír, luchar, amar hasta el punto en el que te duela el corazón; que si hay que sufrir, que sea de amor, de añoranza, de cariño. Nadie, repito, NADIE puede decir que sólo sufre, que no vive, porque si es así, es sólo porque no ha intentado vivir como todos debemos hacerlo. Y todo aquel que no valore su vida y que quiera destrozarla cometiendo un error y despidiéndose de ella, sólo se puede denominar cobarde, por no hacer frente a todo aquello que provoque tu estado de ánimo, tu 'No soy feliz'.
Primero llora, luego sonríe, vuelve a llorar y sonríe aún más fuerte que antes. Esto es la vida de verdad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario